lunes, 29 de septiembre de 2008

Como un loco sueño...

Hoy claudicaba entre abrir mis ojos
y la dulce perdición de tu fragancia.
Calle con adoquines en viajes inciertos me esperaban.
Un gran mamut a la vuelta de la esquina
fumando un cigarro chino con olor a fogata,
mientras la reverencia hacía pie a una dulce tonada,
salida de algún café meridiano de mala fama.
Busqué por alguna parte tus pisadas
y solo encontré un juego de grandes barajas
servidas en una bandeja de plata.
En el lugar de los dibujos letras acordonadas
que daba al traste con toda esta arrogancia.
Sin pensarlo mucho nos fuimos... El lugar nos esperaba:
Un viejo castillo inexistente que en mi mente divagaba.
Una habitación de tres paredes
y en el fondo un banquete para dos.
Allí disfrutamos recordando al viejo panda,
al ladrón de las llaves invisibles,
probándonos una antigua nariz oxidada,
y nos reímos encontrando en el baúl
los viejos tirantes color ámbar.
Al final nuestra fiesta fue encantada

1 comentario:

Anónimo dijo...

M a r a v i l l o s o...
parece que estaba en un cine, solo que no sólo era ver, sino todos los sentidos fantasticos...
felicitaciones
al leerte, es como cerrar los ojos y viajar...
pp