lunes, 8 de diciembre de 2008

¡Ay! Si murieras... (dedicado a Chinito y Huidobro)

Hombre, este cuerpo está habitado por tus ojos
prologándose el aire de paloma en paloma
mientras te persigue mi canto embrujado
como esta efigie fiel y nostálgica, dadora de infinito.

¿Qué batallas libras en este espacio?
¿Qué astro luminoso no te permite continuar en la huida?
Son acaso las lanzas de luz entre Plutón y Marte
que pasean tu virtud cerca del bosque de los sue os.

Estas allí en tu torre de frio
queriendo encender el recuerdo para abrigar tu exilio,
o quemar la presencia de mis largas cabelleras
rozando estos labios marinos.

Te pregunto:
¿Hablan por mi acaso las piedras
o el redondo de las nubes sobre pájaros sin cielo?
¿Habla por mí el arroyo desértico?

He aquí entonces una estrella que pasa
dejando al cielo con instintos de inmortales,
pero lejos de tu aura, todo es mortal.
Sólo el que piensa en ti tiene sabor a eternidad.

Pero, qué importa ese enigma resplandeciente.
Qué importa ese temor en las aras del vacío.
Qué importa cual nombre lleves
o la voluntad del azar a la cual representes.

Te pregunto otra vez:
¿A cuál sirena dejas escapar con toda su alma?
¿Qué faro en la neblina busca a quien salvar?
Porque si tu murieras,
¡Ay! Si murieras...

Tu voz se haría impero en el espacio
y esa estrella cuál lámpara encendida
perdería su rumbo...
Y de mí ¿Qué sería en el universo?

viernes, 28 de noviembre de 2008

Recogiendo colillas mojadas por la lluvia.

-Carla, ¿has escrito sobre mí?-¿Tan importante te crees que eres ya en mi vida?-He leido el borrador, esta frase de aquí es mía.-¿Quieres que te la devuelva?-¿Así es como fue para tí?-Marcos, escucho frases todos los días, algunas se transforman en historias en mi cabeza. No tiene nada que ver contigo. Funciono así.Si quieres estar cerca de mí, sea cual sea el tipo de relación humana que mantengamos, tendrás que aprender a convivir con ello. Si no, puedes irte, nadie te lo impide.-Es eso lo que quieres, que me vaya, para poder pasar a otra cosa cuanto antes.-Cari o, esto es solo literatura, la vida es otra cosa- dijo, mintiendole directamente a los ojos.Aunque no lo supiera, empezaba a quererlo lo suficiente como para protegerlo de la verdad.

viernes, 17 de octubre de 2008

Demasiados cigarros.

No podía dejar de fumar, encendía un cigarrillo tras otro compulsivamente; necesitaba tener sus manos ocupadas en algo que no fuese recorrer su cuerpo pensando en él. Inundaba su boca con el repugnante sabor a tabaco para borrar los rastros de saliva de C.Trataba de olvidarlo pero era imposible. C. estaba en todas partes, en las sabanas, en las paredes, en el vaso de agua que siempre tiraba al suelo, en la extra a postura que adoptaba su pie derecho cuando se masturbaba pensando en él. Y en el espejo, donde había dejado sus ojos para observarla cada mañana.Con la mirada perdida dejaba entrar y salir el humo de sus pulmones, tratando de asimilar el estremecimiento de tocar su piel con el placer puramente físico de expulsar el humo. Besarlo era bien distinto, tan sólo comparable a los sueños en los que caes por un precipicio o a bajar desde la cuarta planta en los ascensores exteriores de cristal del Museo Reina Sofía en los que se encontraba ahora. Putas leyes cívicas que no dejan fumar en los ascensores. Desde los cristales sus ojos la observaban atentamente. Se podía decir que era C. quien se la fumaba a ella.

lunes, 6 de octubre de 2008

Su vida por un solo disparo.

Sabía que jamás entraría en su mundo. Estaba allí, a mi lado, observando atenta el cuadro, callada. Compartíamos el tiempo, pero nada más. Era consciente de que por su cabeza pasaban miles de ideas, la imaginación le bombardeaba la mente, y yo me moría por un solo disparo. Estaba enamorado de todo lo que intuía en ella, más que de lo que conocía. La abrazaba con fuerza, para estar cerca, y tratar de escuchar el alboroto de su interior, pero tan sólo me llegaban
susurros.Nunca llegaría a vivir las cosas con la intensidad que ella lo hacía, y la odiaba por ello. A veces sentía que no la quería, sino que quería ser ella. Me gustaba formar parte de su vida, porque de alguna manera formaba parte de ella. Quería estar en sus labios cuando encendía un cigarrillo, quería ser el pelo que le daba en la cara cuando hacía viento. Quería estar en su risa, en su llanto, en su desesperación, en su agonía; ser el gemido de su orgasmo.No podía perdonarle su egoísmo al guardarse su mundo. La muy imbécil pensaba que estaba a su lado por ella, no sería capaz de entender que era la vida que había en su interior lo que me ataba a su ser. Si pudiera la mataría, liberaría a su esencia de ese cuerpo incapaz de expresar todo lo que tiene dentro, de esos ojos que tanto esconden.

jueves, 2 de octubre de 2008

El centro de gravedad de tu ombligo

He descubierto que el mundo acaba en tu ombligo.
Más allá no hay nada,sólo huecos llenos de besos,
sólo ausencias de caricias.

De tu mano no me da miedo lanzarme
al vacío de tus ojos,
ni al azul de tus palabras.

Tu voz resonando en mi cabeza me abraza.
Las sabanas aún calientes,
te hechan de menos,son más sentimentales que yo.

El hueco que has dejado en mi cama
me hace compañía.

Sé que no puedes quedarte,
lanzarse al vacío es una cosa,
arriesgarme a quererte otra bien distinta.

Cierra la puerta al salir,
no vaya a ser que te dé por volver.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Como un loco sueño...

Hoy claudicaba entre abrir mis ojos
y la dulce perdición de tu fragancia.
Calle con adoquines en viajes inciertos me esperaban.
Un gran mamut a la vuelta de la esquina
fumando un cigarro chino con olor a fogata,
mientras la reverencia hacía pie a una dulce tonada,
salida de algún café meridiano de mala fama.
Busqué por alguna parte tus pisadas
y solo encontré un juego de grandes barajas
servidas en una bandeja de plata.
En el lugar de los dibujos letras acordonadas
que daba al traste con toda esta arrogancia.
Sin pensarlo mucho nos fuimos... El lugar nos esperaba:
Un viejo castillo inexistente que en mi mente divagaba.
Una habitación de tres paredes
y en el fondo un banquete para dos.
Allí disfrutamos recordando al viejo panda,
al ladrón de las llaves invisibles,
probándonos una antigua nariz oxidada,
y nos reímos encontrando en el baúl
los viejos tirantes color ámbar.
Al final nuestra fiesta fue encantada

miércoles, 24 de septiembre de 2008

El regreso de una rana.


A veces, cuando menos se esperan las cosas, aparecen (o llegan)


como hoy.




Varias veces escuché burlas hacia mi persona, les contaré.






Cuando era niña, mi papá me había regalado una Rana René. La quería más que a nada, porque me fascinaba (fascina) la rana rené.






Un día, él desapareció, y nunca más volví a saber de su paradero






Hoy, la mayoria de mis amigos saben la anécdota de la rana rené que se perdió, se dió a la fuga, y el motivo de burla, esque se dice que se escapó... Por la ventana.











Hoy en mi siestecita de las 5, cuando desperté sentí algo medio áspero que rozaba con mi piel facial, y un aliento a mosca que me bajaba hasta de la nube más espesa. Abrí bien los ojos y pude contemplar un objeto de un verde que creí conocer y unos ojos blancos y saltones.





Era él!!!!!!






Había vuelto!!!!!!!!







y entró... por la ventana.
















- René, eres tú?!!






- Sí, he vuelto de Chicago.






Disculpa si te abandoné por mucho tiempo, y sin siquiera haberte avisado.







- Son casi diez años René, si no son más.






- Lo sé, discúlpame.





- Alguna vez te he dicho la locura que tengo por las ranas?






- No, nunca.






- Yo te amo, Renesito. Te extrañé mucho.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Bosquejo de lenguaje ( II testigo ).

Ahí estaba él, el muchacho de pelo negro y ojos miel, que siempre aguarda en el metro, los viernes cuando me voy a trabajar.
Tenía una cara triste, parecía acongojado.
Llegó la muchacha de cabellos largos y medios cobrizos con la que se junta todos los viernes. Bajaron hacia el andén, se subieron al metro y se miraban despectivamente... Ella evitaba llorar.
Los seguí hasta franklin, donde se sentaron en el cambio de andén. Sólo pude escuchar "no eres tú, soy yo, perdóname", y a la lejanía se escuchó un doloroso sollozo de llanto.
Se escucharon las puertas del metro, voltié. Era la muchacha con sus cabellos flotando entre el aire que se desvanecía, del vagon que acababa de irse. Pasó por mi lado corriendo, y podría asegurar que una de sus lágrimas cayó en mi mejilla. -Pobre muchacha, seguro que le rompieron el corazón- me dije, hasta pensé escuchar algo, como todos los que estabamos en el metro aquel día, aquel viernes 4 de Julio.

Bosquejo de lenguaje ( I protagonista ).

Llegé al metro, ahí estaba él, como siempre, como todos los viernes, esperándome, pero hoy habia una diferencia; Este era el día, yo lo sabía...
Llegamos a Franklin, "conversemos aquí" me dijo, nos sentamos en el cambio de andén y con aire frío e insensible me dijo, el típico, "no eres tú, soy yo, perdóname".
Todos los días circulan en mi cabeza, los motivos por el cuál me dejaste, pero por hoy ya no me interesan. Solo me avergüenzo de aquel doloroso sollozo que dí, cuando agua comenzó a salir de mis cantáres café. Toda la gente se voltió, pensé que se pudo escuchar cómo mi corazón se quiebrajaba. Lo siento, no aguanté más el arduo dolor de mi tristeza, tuve que salir corriendo.

sábado, 20 de septiembre de 2008

II

Ojos tristes, siento ganas de mirarme
y tristes ojos dicen abrazarme;
abrázame, acaricia mi pelo,
mirame con ternura, y dame eso que yo tanto necesito,
ese gesto de cariño,
tu cuerpo y tus manos cerca de mi,
Sentir tu calor calmará mi angustia
de estar a la deriva cada dia,
no es beso lo que necesito, no
Abrázame, abrázame, abrázame fuerte!!!
no me sueltes,
quiero morir abrazada,
quiero morir con una sonrisa cerca de mi cabello,
quiero morir mirando el mar, y con la ilusión
de que tus brazos me digan que mis ojos
nunca fueron tristes, tristes ojos.

I

El frío de anoche me dijo que tengo recuerdos, me dijo que yo no se olvidar, que nací melancólica, como siempre he dicho, tenemos que vivir sensaciones, aunque provengan del infierno, debo extrañar, recordar, llorar, reir, saltar, soñar, etc.
Es señal de que estamos vivos y que no somos una roca,
control de tu emoción, pasión en tu control y emoción en cada pasión
: )

El tiempo, la metafísica.


El tiempo, que no pase el tiempo

Pero, y qué es el tiempo?

Tiempo, es aquello que no queremos que prosiga, por miedo, por alteraciones, por etc.

Lo que nos acongoja todoas las noches

No dejemos que pase

no, no.

Pero, tiene que explicarme porqué

Porque nadie quiere ser más.




Buscamos nuestra felicidad en tiempos futuros o pasados.

Yo era feliz, cuando estaba contigo

y asumo en deci que fui una persona que no tuvo miedo a decir "Estoy siendo feliz, ahora, hoy."


¿Qué es lo que nos sucede?


Porqué los seres humanos osamos criticar nuestra felicidad y basarnos en que aquella se encuentra en otros tiempos, pasado o futuro.


-Yo fui feliz porque...

- Yo seré feliz cuando...


Qué se puede hacer contra eso, ¿llamarlo metafísica (como dice un amigo mío)?


Pero, hay una solución a este 'problema'?

Yo creo que sí.


Me atreveria a comentar, que yo fui una persona que en su presente (como lo habia comentado antes) dijo "soy feliz", era feliz (ahora lo estoy haciendo, ¿ven?). Era feliz, muy feliz, tan feliz que aquella felicidad no la pude controlar y me destiné a delirar y a hablar weas, he ahí mi perdición.


Ahora lo hago, Era feliz cuando... Estaba con él. Y ahora volvemos al tema del tiempo.


Cuando estaba con él, intentaba detener el tiempo, como muchas personas. No queremos que pase, que se vaya y que nos deje aquí, indefenzos, a la deriva de aquel espiral de emociones que nadie puede controlar, he aquí miotra perdición.


Se fue, ya pasó, ese tiempo es pasado y era feliz.


¿Qué me queda por hacer?

Vivir, vamos, vive... Porque tu presente se acaba de ir.

Pero no puedo
no, no, no puedo, estoy dentro de aquel espiral de sentimientos y emociones.

No puedo, no, no, no puedo.

Insisto.

Ánda, ve, vive... Porque el presente se acaba de ir.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Ojos de perro.


Como lo dijo ella... Solo repetía 'ojos de perro azul'.
Pero los tuyos no eran azules, no, claro que no. Eran negros como la siniestra noche, negros como un corazón atormentado, o negros como tus zapatos recién lustrados.
¿Cómo no acordarme de aquel momento?
Estabamos en mi casa, tomando un café cuando te dije:
Sabes qué?
Qué?
Tienes ojos de perro.
En serio... Por qué?

Porque solo se puede contemplar lo negro de ellos... Como los ojos de un perro.
Y tú?
Y yo?... Yo tengo ojos de payaso.
Cómo de payaso?, Uno cuadrado y el otro triangular?
Exacto.
Ay dios, de Maga pasaste a Payaso.
Y tú de Camus, pasaste a, Camus con ojos de perro.

martes, 9 de septiembre de 2008

¿?

¿Quién soy yo?
¿y tú, qué haces aquí?
nono, ubícate. Yo te estoycreando a ti, ubícate.
entonces?
sólo espera...

espera...












































y espera.