viernes, 21 de diciembre de 2012

"Era la joven más linda que había conocido... La más bella, las más hermosa, la mas dulce y única como ella sola.
Cada vez que la veía, aparecía un resplandor, que la destacaba de todos, la alejaba de todas las personas y la hacía única e inigualable... Ahí me di cuenta que sería de ella y sólo de ella por siempre.
Tenía un cabello castaño con un leve tono rojizo... Unos ojos grandes y oscuros, hermosos ojos almendrados; un cuerpo que me volvía loco... Para tener quince años, era lo que cualquier treintañero deseaba en su vida. Cuando sonreía... Iluminaba mi vida, verla feliz me hacía tan feliz
Cuando la besé por primera vez en aquel parque... No podía creer que la tuviera en mi vida. Y cuando la toqué por primera vez, en su cuarto, en su dulce cama infantil (pese a su madurez prematura, seguía siendo una niña, una dulce niña), me derretí. Toqué y escalé sus curvas como un montañista. Besé cada parte de su cuerpo, luego la miraba y ella me miraba dulcemente, mientras decía "te quiero tanto".
La dejé... dejé que se fuera para siempre de mi vida, y pese a su ardua búsqueda, jamás respondí a esa llamada... Como dice Einstein "la estupidez humana es infinita"
La volví a ver, después de unos cuantos meses, pero esta vez venía del brazo de un buen amigo mío... Ya no había nada que hacer. Luego la volví a ver, más de un par de veces en unos par de años... Y cada vez que la veía, sentía que caía en un espiral de recuerdos que me hacían feliz y desgraciado a la vez. Pese al tiempo, seguía radiante, hermosa... Cada vez con su cabello más rojizo o colorín, y sus enormes ojos que me volvían loco. Ya no tenia nada más que hacer, pese a que mi corazón se aceleraba cuando la veía, estaba con otro y yo no sería quien para quitarla, como me la quitaron a mi de mis brazos... O como al menos, creí que fue.
Hoy, es una mujer, una hermosa mujer que sigue sus sueños, sus impulsos y sus instintos. Tiene las marcas del dolor en la cara, pero, esos enormes ojos, siguen teniendo el mismo brillo de siempre, y siguen tan hermosos, como la primera vez que la vi.
Tal vez algún día, me vuelva a armar de valor, como la primera vez, y te busque de nuevo; porque, contigo estaba mi felicidad... Era contigo, con quien fui feliz. Era contigo, con quien quería ser feliz."


Sin creerlo, escrito por el hombre que sin pensarlo, lo he pensado durante tantos años.
Tal vez, algún día el destino sea favorable para nosotros, porque así como tú... Era contigo, con quien quería ser feliz.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por fin tu deseo mas oculto se hizo realidad :)