Lo miró y le dijo "hazme el amor" con esa tierna voz que se le escapa derrepente...
E hicieron el amor sensual y pasionalmente, tal como él lo había soñado, tal como ella lo había imaginado durante años... 

Cap. 7

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

Me acongoja pensar que me enamore de una máscara.

Sólo me enamoré de una faceta tuya… una de la mas linda por cierto, pero sólo era una máscara más.

Eres como Dorian Gray… Puede que tu cara no cambie, pero por dentro… Tienes el alma podrida.

A veces pienso, que cada vez que fumo, te fumo...

Cada vez que exalo ese humo, siento que ahí va lo más profundo de mi; el odio,

el rencor, la ira y el amor.

Lo bueno, es que fumo harto... Por ende ya no hay de qué preocuparse.